No buscaba lo que he encontrado,
pero tu tampoco te has apartado.
Ahora...
nos dirigimos hacia el mismo punto del edén.
Para deleitarnos con la fruta prohibida,
haciendo de cada bocado un orgasmo.
Dando igual la condena,
pues no se necesitan paredes oro,
para amar, para ser amado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario