domingo, 17 de junio de 2007

No entiendo...

Desconozco el sabor de las fresas bajo el mar,

también quise aprender a convivir con la serenidad

bajo una muchedumbre en rebajas,

pero si hay algo, que desordena mi prodigiosa melena,

es entender a una mujer...


Si le das, fanfarronea de que eres suyo,

si por el contrario le quitas, te dice que no las quieres,

si en ese primer momento que la ves, que la conoces,

la llamas estas colado, o mucho peor eres un pesado,

si por el contrario te haces de rogar y no la llamas

lo confunde con un "no quiere saber nada de mi",

después de todo,

no se quien dijo que en el termino medio estaba la virtud...



¿Cual es la mitad, de llamar y no llamar?

¿Cual es la mitad de una caricia y la nada?

¿Cual es la mitad de un te quiero, y de un silencio?






Después de todo, la pregunta que yo me hago es...



¿Ya que ellas también se quejan de su complejidad,

porque a la edad de su primera sensación de mujer,

no escriben su propias instrucciones...?



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