sábado, 25 de agosto de 2007

Mi sueño...

"Texto adaptado… "

Tras haber robado, arrancado y secuestrado cada una de las palabras que lo componían del alma de las virginales, especiales, y cada cual mas enamorada mujer. Tras haber conseguido el único poema verdaderamente de amor…

Una vez encarcelado por sus crimines, susurro el incalificable poema… en ese momento, ya empezó hacer un sutil y dócil efecto, sus guardianes, quedaron rendidos a sus pies. Lo vistieron y adornaron como al mismísimo rey, y así fue llevado ante el pueblo, donde le esperaba la más cruel de las muertes…

Ante toda la ciudad, en medio de la plaza, comenzó a leer, casi sin mover los labios, con una voz dulce, …

Con cada palabra, más gestos inhabitúales en aquellas personas, gestos de verdadero perdón, tal fueron los gestos, que allí presente la inminencia, fue también absorbido por la propia letra, sin que ningún crucifijo pudiera enfriar tal cantidad de amor,… Tal fue la sensación que la propia eminencia, grito –Un ángel…-

Conforme iba avanzando en su lectura, las personas allí congregas les florecía un sentimiento de pasión ingobernable, que llevo en poco minutos, a que sucediera un extraño hecho, una orgía de amor sin importar cargos, sexo, nombres, apellidos, situación social; en ese preciso momento solo valía el amor por la gente de alrededor…

A las horas, las gentes, despertaron con una terrible resaca; para la mayoría la experiencia fue tan desconcertante, tan completamente inexplicable e incompatible con su moral, que la borraron literalmente de su memoria...

A él le quedaba suficientes palabras para esclavizar al mundo entero si hubiera querido, podría haber entrado en palacio y poner al Rey a sus pies, habría podido escribir al Papa una carta con un pequeño verso y revelarse como el nuevo Mesías, habría podido hacer todo esto y más si lo hubiera deseado.

Poseía un poder más fuerte que el dinero, el terror o la muerte...

El invencible poder de dominar el amor de la humanidad…

Solo había una cosa que el poema no podía hacer, no podía convertirle en una persona capaz de amar y ser amado como las demás...

Y pensó al diablo con todo,
con el mundo,
y con el mismo...

Después de deambular pensando en su decisión, volvió al pequeño pueblo donde él nació. Allí, en su pequeña y mugrienta plaza, leyó impasible todo el poema, las gentes que pasaban por allí, como caníbales se echaron sobre él, en unos momentos, desapareció de la faz de la tierra…

Cuando aquellos hombres y mujeres acabaron sintieron un virginal brillo de felicidad, por primera vez en su vida habían hecho algo puramente por amor...
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