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Que triste, que absurdo para mi tener que rebuscar en la basura del año pasado, para rellenar las paredes de mi cuarto, que triste ...
Pero aun puedo superar ese síntoma de inspiración decadente, intentando escribir sin ella, ordenando y reordenando lo que antes se inmortalizaba invariable al salir de su guarida...
Me imagino a Becker, Shakespeare, (por citar dos), en uno de esos días o semanas o meses sin inspiración... que agonía... parece que nunca se va acabar... y cuanto más lo intentas menos te gusta...
Si mi principio para no volver a escribir, para dejar en paz al mundo, y a los que tiene que leer lo que escribo es, sin duda alguna, crear un conjunto de palabras,
que emitan amor, pero no el amor mundano, sino el que dura dos horas, el que te hace volar;
que emitan gemidos por si solas, sin ayuda externa a sus palabras;
que encarnen sentimientos puros,
que pongan los pelos como escarpias,
que te hagan llorar, y reír a la vez,
que confundan las ideas de los más imperturbables seres...
Es algo así, como conseguir con unas palabras,
lo que al final de la película "El perfume" consigue una fragancia...
Es algo parecido, a que unas palabrillas mágicas consiguiesen que reine la paz, el amor, la libertad, la igualdad,…
Es algo imposible…
Pero ese es mi sueño…
Hasta ese momento, lo siento por ustedes...
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